La brecha de género en el sistema educativo es un importante obstáculo también para el crecimiento económico. Y uno de los grandes desafíos es acabar con los roles de género tradicionales que empujan a los niños y las niñas a elegir determinadas asignaturas y carreras. En el estudio del Foro de Davos se ve claramente, en datos, como los hombres copan las profesiones relacionadas con la ciencia y la tecnología.
Un informe reciente del Instituto Europeo de Igualdad de Género (EIGE) apunta a la misma dirección y recalca que esas brechas en la educación —mujeres en los sectores de los cuidados y las humanidades y hombres en las ingenierías y ciencias— se mantienen en el mercado de trabajo. Y revela un dato importante: recortar esa brecha de género y lograr que las mujeres accedan a estudios y profesiones relacionadas con las ciencias podría suponer un incremento del PIB de la UE per cápita hasta en un 0,9% en 2030 y hasta en un 3% en 2050. Además, podría suponer la creación de 1,2 millones de empleos adicionales.
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